𝐨𝐧𝐞. ellos dicen que hice algo malo
THE GOOD, THE BAD AND THE DIRTY
𝑡ℎ𝑒𝑦 𝑠𝑎𝑦 𝑖 𝑑𝑖𝑑 𝑠𝑜𝑚𝑒𝑡ℎ𝑖𝑛𝑔 𝑏𝑎𝑑 ❪ 🦋 ❫
«Noticias de última hora. Hay un cierre total en el centro de la ciudad donde las autoridades informan que rastrean múltiples destrozos que han causado varios heridos. Se ha puesto en efecto una zona de exclusión aérea y la policía ha asegurado el área por el momento. Se le pide al público, no acercarse. Fuentes cercanas nos confirman la muerte de uno de los héroes más importantes de nuestra amada ciudad»
❪ 🦋 ❫ ¿CÓMO APRENDES A DISTINGUIR ENTRE EL BIEN Y EL MAL SI NO CONOCES LA DIFERENCIA ENTRE AMBOS? Colette deseaba que al menos alguien le hubiera dado una advertencia antes de cometer un error irreversible como el que había experimentado. Estaba al tanto que las acciones en ocasiones traen consecuencias, pero no estaba lista para enfrentarlas y estaba segura de que no merecía semejante castigo. Pero ahí se encontraba en plena noche, abrumada por sus propios pensamientos y emociones, siendo testigo de la pelea que se estaba llevando a cabo en su interior, dudando de sus propias acciones, saltando al más minimo ruido, nerviosa por dar el siguiente paso, pero sintiéndose segura de que lo mejor era escapar.
Había intentado buscar una canción que no la llevara de regreso a ningún tipo de recuerdo, buscaba una distracción mientras mantenía la mirada baja y se acomodaba en el asiento de tela color azul, como si eso la hiciera desaparecer por completo. La melodía comenzó a sonar una vez que se puso los auriculares con la esperanza de callar aquellas voces en su cabeza. Su mirada se posó en la ventanilla al lado de ella dejando caer su cabeza en el respaldo, pronto, la imagen de la estación de trenes se transformó en una mancha borrosa mientras el tren comenzaba a ponerse en marcha y las luces de la ciudad en plena noche se abrían paso en el nuevo panorama frente a sus ojos. La melodía había comenzado a disminuir cuando cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño, no obstante, su mente se vio invadida por pequeños fragmentos de lo que había sucedido. Arrugó su frente cerrando sus ojos con fuerza a la espera de borrar aquellas imágenes, sin embargo parecía que nada de lo que hiciera ayudaba. Dándose por vencida, decidió dejar de luchar contra lo que estaba sintiendo y se relajó antes de comenzar a repasar las horas antes de haber abandonado su hogar pasando por los recuerdos que estaba evitando.
Se acomodó la capucha del buzo con la esperanza de cubrir su rostro. Sentía que las miradas de los pocos pasajeros que había a su alrededor estaban sobre ella y aunque sabía que estaba siento paranoica, no podía evitar sentirse perseguida cuando estaba segura que nadie le estaba tomando importancia siquiera a su presencia. Un hombre vestido de traje con una computadora en su regazo se encontraba a un par de asientos delante de ella, le mantuvo la mirada por lo bajo, sabía que su propia actitud podía resultar sospechosa, pero aún así, el hombre apartó la mirada y volvió a poner atención a su computadora. Colette suspiró sabiendo lo ridícula que estaba siendo en aquel momento, nadie estaba al acecho y ella sola se ponía en evidencia. Guardó sus manos en sus bolsillos y apartó su vista del pasillo del tren centrando su atención en el paisaje que se mostraba a través de la ventanilla a medida que avanzaban. Algunas gotas de lluvia comenzaron a caer en el vidrio y apenas cayó el primer trueno, Colette cerró sus ojos y se permitió recordar.
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❪ 🦋 ❫ EL ECO DE LAS SIRENAS DE LA POLICIA LA ESTREMECIÓ. ANTES, ESE SONIDO HABRÍA PASADO DESAPERCIBIDO PARA ELLA, PERO AQUELLA NOCHE HABÍA SIDO DIFERENTE. Se sentía adolorida, cansada, angustiada, pero el sentimiento que más corría por su cuerpo era la ira. Dejó que su espalda y cabeza se recostarán en la pared de ladrillos de aquel callejón donde se había ocultado, sabía que todo el cuerpo policial estaría buscándola por los alrededores de la escena, pero ella no podía entregarse, no quería ser la responsable de semejante crimen. Su mente repetía una y otra vez que era inocente, pero una persona inocente jamás escaparía por más que todo fuese un mal entendido. Sin embargo, sabía que, aunque tratara de explicar con detalle lo que había pasado, nadie le creería.
«Deberías estar orgullosa, madre», pensó Colette observando una vez más en dirección a la calle que se abría más allá del callejón.
Había sido un accidente ──o al menos de eso quería convencerse a sí misma──, pero toda la ciudad lo veía como una tragedia, como un hecho premeditado que había dado frutos. Su madre, Nicolle Fournier, la había entrenado toda su vida bajo la excusa de que los héroes jamás salvan a las personas que realmente necesitan ayuda, lo que hace que por lo general dejen de lado a mucha gente que se ve fuera del rango y que convierte el trabajo de los héroes en algo completamente aleatorio. Y aunque para Colette al principio había sido una tontería ──creyendo que su madre plantaba una idea errónea en su cabeza──, aquella noche, esa frase había cobrado sentido.
Su madre le había encargado una misión, no era más que una prueba final para saber que su hija estaba lista tras un arduo entrenamiento desde su infancia, pero todo se había salido de control demasiado rápido. Los héroes aparecieron para salvar el día en cuanto Colette consiguió llamar su atención y cuando Nicolle supo que su hija no podía sola, decidió interferir. Pero la verdad, era que su propia madre había tenido siempre otro plan en mente, un plan del que Colette jamás había estado enterada y mientras ella era el señuelo, Nicolle se había encargado del objetivo principal. Había sido una trampa que, por desgracia, terminó con la vida de uno de los héroes de la ciudad. Sin embargo y como era de esperarse, Nicolle no tomó la responsabilidad por sus actos, de hecho, resultó todo lo contrario. Solamente abandonó la escena cubriendo su crimen con el rostro de su hija.
«Traicionada por tu propia sangre», se lamentó Colette sintiendo el enojo creciendo por todo su cuerpo.
Aún cuando el silencio de la ciudad la abrumó, Colette se había visto acechada por sus propios errores y sintiendo algo que jamás creía haber experimentado. No sabía si era culpa o remordimiento, sólo sabía que los héroes la culpaban, la policía la buscaba y la gente la odiaba. Y ninguno de esos factores la hacía sentir orgullosa de la situación. Ni siquiera le permitirían limpiar su nombre si la encarcelaban por algo que ella no había hecho, tampoco estaba segura que alguien estuviera dispuesto a escuchar su versión de los hechos. Tapando su identidad con la capucha de su traje ──aún cuando portaba una máscara que cubría sus facciones──, Colette trató de alejarse del tumulto de gente en el centro de la ciudad, pero donde sea que miraba todo el mundo estaba consternado por lo sucedido y los medios no hablaban de otra cosa mientras muchas personas se amontonaban en el lugar de los hechos. Cometió el terrible error de detener su andar sin notar la patrulla que custodiaba las calles en aquel momento. Ni siquiera estaba segura de porqué simplemente no se ocultaba, pero ya era tarde para eso.
──¡Ey! ¡Alto ahí! ──Colette se sobresaltó al ver a los policías gritando en su dirección antes de comenzar a correr lejos de ellos. No era la mejor decisión, pero ya no estaba pensando con claridad.
Se alejó varias cuadras demasiado cansada para seguir escapando, pero dejar que la atraparan tampoco era una opción. Sin embargo, tan pronto como la ubicaron, varias unidades de la policía comenzaron a perseguirla y algunos oficiales corrían también detrás de ella entre las personas. Una luz brillante iluminó su ubicación, Colette levantó la vista encontrándose con un reflector proveniente de un helicóptero que sobrevolaba sobre ella. No sabía cuantas cuadras se había alejado precisamente del lugar, pero cada vez se sentía más acorralada y ya no había donde correr.
──Si sigues corriendo será peor para ti ──un oficial se detuvo frente a ella con las manos en alto mostrándole que no tenía ningún arma y que sólo quería hacerla entrar en razón.
Colette observó todo a su alrededor, estaba rodeada de todos los ángulos y aunque el oficial frente a ella no portaba ningún arma en sus manos, los demás habían bajado de las patrullas y estaban preparados con sus armas apuntando en dirección a ella ante cualquier amenaza de su parte. Colette llevó instintivamente su mano a su collar, aquel amuleto se lo había otorgado su madre cuando era más pequeña. Sabía lo que podría ocasionar si se dejaba llevar por su instinto en aquel momento, el caos podría incrementar si además sus emociones le jugaban en contra.
──Nadie más tiene que salir herido. Si te entregas ahora... te prometo que tú tampoco saldrás lastimada ──Colette miró a su alrededor através de su máscara, jamás había sentido confianza de manera tan rápida con nadie y aquel caso no era la excepción. Podía simplemente quitarse la máscara e intentar explicar todo, pero sabía que no sería tan fácil.
──Diles que bajen sus armas ──pidió la joven observando al policía. Pudo ver la duda en su mirada mientras tragaba grueso, ni siquiera él confiaba en ella.
Colette mantenía su mano apretada en un puño mientras esperaba que los oficiales dejaran de apuntarle con sus armas, pero tan pronto como vio que el temor y la duda crecía entre los policías, su poder comenzó a manifestarse. Era peligroso para ella y para las personas a su alrededor, pero no podía controlarlo más de la cuenta y mucho menos cuando veía la desconfianza de todos los presentes y el temor que proyectaban. La noche le daría ventaja, en esos momentos la oscuridad era su aliada.
──Colette, no lo hagas... ──aquella fina voz parecía provenir de su conciencia, pero era todo lo contrario. Sin embargo, la castaña no quiso escucharla y a la par que comenzaba a alzar sus manos al lado de su cuerpo en señal de entregarse, la polícia se preparó para disparar.
Colette cerró sus ojos un momento, sus manos en el aire con las palmas abiertas dispuesta a rendirse, ya no tenía a donde correr ni parecía tener razones para hacerlo. No obstante, era verdad que no estaba dispuesta a aceptar los nombres que le darían y mucho menos que la llamaran asesina. En un parpadeo, volvió a mirar al policía que había tratado de razonar con ella. Sólo había bastado esa milésima de segundo para que él entendiera con sólo mirarla a los ojos lo que ella estaba por hacer.
──¡Es una trampa! ¡Abran fuego! ──antes de recibir las balas, Colette se vio rodeada por un muro de piedra oscuro creado por ella misma que la protegió de las balas que rebotaron contra este haciendo que muchos de los oficiales y civiles tuvieran que resguardarse hasta que los disparos cesaron.
Cuando la noche quedó en silencio nuevamente, Colette aguardó un momento mientras sostenía la barrera con sus manos y abrió sus ojos lentamente. Había temido que, con el contaste contacto de las balas, el muro no resistiera. Tampoco quería imaginar el caos al otro lado del muro, sólo podía pensar que ahora el problema era aún más grande. Con sus manos logró hacer que la misma barrera que la protegía rodeara al cordón policial acorralando a los oficiales con sus propias patrullas y dejándola a ella en libertad. El muro era lo suficientemente alto y resistente como para darle el tiempo necesario para escapar y así lo hizo. Las miradas de la gente a su alrededor la siguieron hasta que Colette se perdió en la oscuridad de la noche.
La lluvia comenzó a hacerse presente en la ciudad a medida que su paso por las calles se transformó de repente en un desvío por los tejados de las casas. Tras haberse alejado las cuadras suficientes, Colette se quitó el antifaz que ocultaba su verdadera identidad y lo escondió entre las pocas pertenencias que cargaba consigo. Lejos del bullicio de la escena del crimen, la castaña se alejó hasta la estación de tren más cercana sin mirar atrás.
──Colette... Colette despierta ──la castaña abrió sus ojos lentamente. No recordaba en que momento, en medio de sus recuerdos, se había quedado dormida y tampoco recordaba la última vez que había descansado plenamente. Lentamente, se acomodó en su asiento escuchando los murmullos de las personas que comenzaban a bajar del tren. Decidió esperar que las demás personas bajaran del transporte antes de hacerlo ella. Colette se asomó por su asiento viendo que el vagón finalmente estaba vacío para ella poder salir, sin embargo, se sobresaltó al ver a Nyxx saliendo de su mochila.
──Dime que nadie te vio, Nyxx ──el pequeño kwami de color azul oscuro y ojos grandes negó lentamente a lo que Colette le regaló una pequeña sonrisa relajada antes de tomar las pocas cosas que había empacado en el apuro de escapar y abriendo un poco su abrigo para que Nyxx se pudiera ocultar.
──¿Tienes un plan, verdad? ──Colette miró una vez más por la ventana del tren observando la estación siendo iluminada por la luz del sol de plena mañana, realmente habían llegado a Paris.
──Eso espero... ──respondió tomando sus cosas antes de levantarse de su asiento para bajar finalmente del tren. La estación estaba colmada de movimiento, pero resultaba tranquilo en comparación con la noche anterior.
──Colette, sabes lo que puede pasar si usas tu poder sin tu kwami ──Colette avanzó entre las personas de la estación escuchando la voz de Nyxx a modo de reproche por sus acciones, conocía las reglas a la perfección, pero en ocasiones, sus emociones eran más fuertes. Tomando su celular de uno de los bolsillos de su abrigo, pretendió que hablaba con alguien por el mismo antes de responder.
──El daño no puede ser peor que la razón por la que realmente me culpan ──podía sentir el rencor corriendo por sus venas, sin embargo, le bastó un suspiro para permitir que su cuerpo volviera a relajarse.
──Sabemos que lo que dicen que hiciste no es verdad, Colette. Sé que podrás repararlo, mientras hay que evitar los problemas ──la castaña suspiró deteniendo su andar cuando salió de la estación. A pesar de que se había sentido bien al poder usar sus poderes bajo sus propias reglas en completa libertad, sabía que Nyxx tenía razón. Por primera vez se había divertido con su don y lo haría una y otra vez si tuviera la oportunidad, pero hasta encontrar tranquilidad, sería mejor mantener un perfil bajo
──Tienes razón, Nyxx ──Colette observó la ciudad a su alrededor, sintiendo el calor del sol en su rostro luego de la frialdad de la oscuridad.
──A propósito, ¿Por qué vinimos a Paris? ──preguntó Nyxx con curiosidad mientras Colette comenzaba a bajar las escalinatas de la estación.
──Como tú dijiste, Nyxx, es mejor permanecer con un perfil bajo sin llamar la atención ──la joven observó las calles de la ciudad que se levantaba delante de ella, no recordaba la última vez que había pisado las calles de Paris y aún así, se sentía más en su hogar que antes──. Y en este caso creo que es buena idea venir a un lugar donde nadie conoce mi nombre.
Publicado: 05 / 11 / 2022
Editado: 22 / 12 / 2023 ✅
GIULY AL HABLA. . . !!! Helloouuuu mis amores! Aquí les traigo el primer capítulo editado completamente. Ansío poder seguir con esta historia para desarrollarla como tenía pensado desde el comienzo y poder traerles todo lo que deseo que puedan leer. Este capítulo es más que nada una introducción para conocer un poco a Colette y su kwami Nyxx, en referencia a la Diosa Griega de la Noche. Espero pronto poder traerles más capítulos pronto para su disfrute.
¡Nos leemos en el próximo capítulo! ¡Las amodoro! 💖
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